Resumen
La solución para pulverización bucal de δ-9-tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD) se utiliza como tratamiento coadyuvante para la espasticidad de moderada a grave debida a la esclerosis múltiple (EM) en pacientes que no responden a otros fármacos.
En este estudio se evalúa la eficacia a largo plazo del tratamiento con THC/CBD a partir de los resultados procedentes de pacientes italianos que han recibido esta medicación en la vida real. Además, se analiza la tasa y los motivos de interrupción del tratamiento y se pretende identificar factores que permitan predecir qué pacientes van a mantener el tratamiento a largo plazo.
Comentario
La espasticidad es uno de los síntomas más frecuentes de la EM y tiende a empeorar con el tiempo. Los fármacos antiespásticos de primera línea no siempre son eficaces y muchos pacientes sufren reacciones adversas, especialmente cuando los tratamientos son prolongados o se emplean dosis elevadas.
La solución para pulverización bucal de THC/CBD (Sativex®) es una opción de tratamiento adicional para los pacientes con EM que tienen espasticidad y no responden o no toleran los fármacos antiespásticos convencionales.
El objetivo de este estudio es evaluar la eficacia del tratamiento con THC/CBD a largo plazo y analizar la tasa y los motivos de interrupción de la medicación en una amplia población de pacientes con EM en Italia.
Métodos
Se trata de un estudio observacional, multicéntrico y prospectivo, que incluyó a pacientes con EM que recibieron tratamiento con THC/CBD en diferentes centros italianos. Se evaluó a los pacientes en el período basal, a las 4 semanas y a los 3, 6, 12 y 18 meses tras iniciar el tratamiento.
Se evaluaron la evolución de la espasticidad mediante la escala de evaluación numérica (numering rating score, NRS) y la de la discapacidad física mediante la escala ampliada del estado de discapacidad (EDSS).
Además de los datos clínicos y demográficos, se recopiló la siguiente información relativa al tratamiento con THC/CBD: tolerabilidad, dosis diaria (número de pulverizaciones por día), motivo y fecha de la interrupción del tratamiento, acontecimientos adversos y acontecimientos adversos graves.
Resultados y discusión
En total, se incluyeron 1845 pacientes procedentes de 32 centros italianos. La puntuación NRS se redujo un 26,9 % de media a las 4 semanas y continuó descendiendo de forma constante durante todo el período de seguimiento, hasta alcanzar una mejoría del 34,4 % a los 18 meses.
A las 4 semanas de tratamiento, el 81,4 % de los pacientes mostró una mejoría en la puntuación NRS ≥20 % y hasta el 40,2 % de los pacientes alcanzó una respuesta clínicamente relevante (mejoría ≥30 % respecto al NRS basal).
De los pacientes que mostraron una respuesta inicial (una mejoría ≥20 % respecto al NRS basal a las 4 semanas), el 48,3 % interrumpió el tratamiento durante el período de observación. La tasa de interrupción fue más elevada al inicio (a los 3 y a los 6 meses) y fue decreciendo con el tiempo.
Durante los primeros 6 meses, el principal motivo por el que se interrumpió el tratamiento fue la pérdida de eficacia, mientras que a los 12 y a los 18 meses la causa de interrupción más frecuente fue la aparición de acontecimientos adversos.
La falta de eficacia percibida por los pacientes durante los primeros meses del tratamiento podría producirse cuando las expectativas son demasiado elevadas. Es importante que exista una buena comunicación entre el médico y el paciente, de forma que ambos participen a la hora de fijar los objetivos y las estrategias para alcanzarlos. Consensuar las decisiones entre ambas partes puede ayudar a evitar las interrupciones prematuras del tratamiento.
El número medio de pulverizaciones se mantuvo prácticamente constante a lo largo del período de observación, con 6,9 pulverizaciones a las 4 semanas y 6,3 pulverizaciones a los 18 meses. De acuerdo con estos hallazgos, no parece que sea necesario aumentar la dosis durante el tratamiento a largo plazo para alcanzar una respuesta óptima.
Tener un NRS basal elevado y mostrar una mejoría en la puntuación NRS a las 4 semanas del tratamiento se asocia con una mayor probabilidad de mantener el tratamiento (odds ratios de 2,28 y 2,11, respectivamente).
El NRS basal y la diferencia entre la puntuación basal y la de las 4 semanas podrían ser buenos predictores de la continuidad del tratamiento. Los pacientes que responden mejor y de forma más precoz son los que tienen mayor probabilidad de mantener el tratamiento a largo plazo.
Conclusiones
La solución para pulverización bucal de THC/CBD es una opción de tratamiento eficaz y con un buen perfil de tolerabilidad a largo plazo para los pacientes con EM que no responden de forma adecuada a los fármacos antiespásticos habituales.
Los pacientes con una puntuación NRS basal elevada y que responden de forma precoz al tratamiento con THC/CBD (en las 4 primeras semanas) tienen mayor probabilidad de mantener el tratamiento a largo plazo.