El ejercicio aeróbico se promueve como una estrategia eficaz de prevención de la migraña episódica o crónica, tanto de forma aislada como en combinación con medicación. Una revisión realiza una valoración de la literatura reciente sobre el papel del ejercicio aeróbico en la prevención de la migraña.
A pesar del acuerdo casi universal de que el ejercicio aeróbico regular debe incluirse entre las estrategias de gestión ofrecidas a los pacientes con migraña, los detalles de cómo debe realizarse no están bien definidos. Por ejemplo, no existe información clara de qué personas podrían beneficiarse más del ejercicio, si existe una relación dosis-respuesta ni si hay un tipo o una duración ideal del ejercicio.
Numerosos investigadores han tratado de definir los mecanismos que subyacen al beneficio percibido del ejercicio sobre la migraña. Estos mecanismos pueden dividirse en dos categorías: biológicos y psicológicos. Entre las vías biológicas destaca el papel supresor del ejercicio aeróbico regular sobre los mediadores inflamatorios observado en personas con migraña. Además, también se ha demostrado que el ejercicio actúa a nivel neurovascular mejorando el flujo sanguíneo del cerebro y reduciendo la frecuencia de los ataques de migraña. Desde el punto de vista psicológico, existe evidencia de que el ejercicio mejora la percepción de uno mismo e intensifica el locus de control, lo que permite un mejor manejo de la migraña.
En cuanto a qué personas podrían beneficiarse del ejercicio, se ha demostrado que el ejercicio puede ser especialmente beneficioso para las personas con un nivel bajo de endorfinas plasmáticas basales. En general, el ejercicio puede ser útil en el tratamiento de la migraña episódica, y también puede ser útil en pacientes con migraña crónica cuando se incorpora como complemento a la farmacoterapia tradicional.
Respecto a la relación dosis-respuesta, el entrenamiento de alta intensidad parece ser más eficaz que el entrenamiento moderado. Asimismo, existe evidencia de que incluso el ejercicio de bajo impacto como el yoga, puede tener efectos preventivos. Esta es una consideración especialmente útil para los pacientes que pueden estar sujetos a la migraña inducida por el ejercicio.
Son necesarias más investigaciones para definir los mecanismos subyacentes por los cuales el ejercicio ayuda a prevenir la migraña, así como para explorar qué regímenes de ejercicio son más eficaces. Sin embargo, parece bien establecido que, la prescripción de ejercicio físico puede mejorar los síntomas y la frecuencia de los ataques de migraña.
Redacción
Dra. Berta Font Font
BASADO PRINCIPALMENTE EN: Barber, M., Pace, A. Exercise and Migraine Prevention: a Review of the Literature. Curr Pain Headache Rep 24, 39 (2020)
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