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La migraña crónica

La migraña crónica se define como el dolor de cabeza que ocurre durante 15 o más días al mes en un tiempo superior a tres meses y que presenta las características típicas de la migraña al menos 8 días al mes. Esta condición neurológica afecta alrededor del 2% de la población y, normalmente, se desarrolla después de padecer un incremento en la frecuencia de los dolores de cabeza a lo largo del tiempo1

Cada año, un 2,5% de las personas con migraña de tipo ocasional pasa a tener migraña crónica. Aunque no se sabe con certeza cuáles son los mecanismos biológicos que conducen a la “cronificación” de estas cefaleas, la literatura epidemiológica ha aportado algunos datos sobre los factores que parecen influir en el riesgo de progresión de la migraña episódica a migraña crónica2

Los factores asociados a este cambio son varios:

  • Desordenes del sueño: algunos estudios relacionan los trastornos del sueño con la progresión de la migraña, aunque la exacta asociación y mecanismos que los relacionan son muy complejos y no son totalmente conocidos. Se han identificado estructuras del sistema nervioso central y neurotransmisores implicados en la migraña que también son importantes en la regulación del sueño, lo que sugiere una posible relación causal3.
  • Ronquidos y apneas durante el sueño: estudios poblacionales han demostrado una clara relación entre un mayor dolor de cabeza (de cualquier tipo) y la apnea del sueño. Los mecanismos por los cuales se relaciona la apnea obstructiva del sueño con una mayor progresión de la migraña parece que pueden estar relacionados con las fluctuaciones de la presión intracraneal y arterial durante el ronquido y una mayor activación muscular al despertarse3.  
  • Obesidad: las personas con obesidad tienen tres veces más probabilidades de padecer migraña que las personas con normo-peso. 

Hay diferentes mecanismos que relacionan la obesidad y la migraña: fisiológicos, psicológicos y de comportamiento. Los mecanismos fisiológicos podrían explicarse dado que tanto la obesidad como la migraña tienen mediadores inflamatorios comunes; muchos neurotransmisores y péptidos dirigidos por el hipotálamo que están involucrados en la regulación de la alimentación también desempeñan un papel en la fisiopatología de la migraña.

Los mecanismos psicológicos van ligados al estrés psicológico que pueden sufrir estas personas. Este estrés promueve la aparición de la migraña en personas con predisposición y/o agravar los ataques. Además, tanto la depresión como la ansiedad son desordenes que también se relacionan con la obesidad y son factores de riesgo en el desarrollo de la migraña. 

Los factores de comportamiento van ligados, por ejemplo, a una mayor predisposición a padecer alteraciones del sueño que también tienen un papel fundamental en la frecuencia y gravedad de las migrañas4

  • Ingesta excesiva de cafeína: las personas con migraña crónica son más propensas a consumir más cafeína cuando tienen episodios de dolor de cabeza. Hay cierta controversia en los estudios que asocian la cafeína como un factor desencadenante de la migraña. En general, no hay pruebas suficientes para tener una relación bien definida pero se debe tener en cuenta que un uso excesivo de la cafeína si que puede conducir al desarrollo de una migraña crónica5.  
  • Sexo femenino: las mujeres son tres veces más propensas a tener migrañas que los hombres6. Algunos estudios relacionan esta mayor prevalencia a los cambios en los niveles de estrógenos que padece la mujer durante toda su edad reproductiva. La aparición de las primeras crisis de migraña suele estar conectada con su ciclo menstrual7.
  • Uso frecuente de medicación: la prevalencia de padecer migraña crónica por usar demasiada medicación es de 0,3-1,1% en la población general8. El uso excesivo de medicación sintomática se ha considerado tradicionalmente como un factor de riesgo para el mal pronóstico de la migraña, aunque no parece causar cefalea de novo en pacientes sin migraña preexistente. En cambio, las personas que ya padecen migraña tienen más probabilidad de desarrollar cefaleas frecuentes si toman analgésicos excesivamente2

 

Redacción
Departamento médico TBH

Referencias:
  • 1. Gobel H. 1.3 Chronic migraine [Internet]. Ichd-3.org. [citado el 7 de octubre de 2021]. Disponible en: https://ichd-3.org/1-migraine/1-3-chronic-migraine/ .
  • 2. Bigal ME, Lipton RB. Migraine chronification. Curr Neurol Neurosci Rep. 2011;11(2):139–48.
  • 3. Tiseo C, Vacca A, Felbush A, et al. Migraine and sleep disorders: a systematic review. J Headache Pain. 2020;21(1):126.
  • 4. Bond DS, Roth J, Nash JM, et al. Migraine and obesity: epidemiology, possible mechanisms and the potential role of weight loss treatment: Migraine and obesity. Obes Rev. 2011;12(5):e362-71.
  • 5. Weitzel KW, Strickland JM, Smith KM, et al. Gender-specific issues in the treatment of migraine. J Gend Specif Med. 2001;4(1):64–74.
  • 6. Ashina M, Hansen JM, Do TP, Melo-Carrillo A, Burstein R, Moskowitz MA. Migraine and the trigeminovascular system-40 years and counting. Lancet Neurol. 2019;18(8):795-804.
  • 7. Pavlović JM. The impact of midlife on migraine in women: summary of current views. Womens Midlife Health. 2020;6(1):11.
  • 8. Schwedt TJ. Chronic migraine. BMJ. 2014;348:g1416.

 
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