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Competencias digitales que todo médico debe dominar

Durante los últimos años hemos visto cómo la tecnología ha conquistado cada rincón de nuestra consulta y nos ha obligado a cambiar la forma de trabajar. La historia clínica electrónica ha desterrado al papel, asistimos a congresos virtuales y la telemedicina llama a nuestra puerta con más fuerza que nunca. ¿Hemos sabido adaptarnos a todos estos cambios?

Competencias digitales: una tarea pendiente

Una buena parte de los profesionales sanitarios confiesa que no tiene los conocimientos necesarios para utilizar la tecnología en su práctica asistencial. Los estudios universitarios de medicina apenas ofrecen formación en herramientas digitales en salud, por lo que adquirir este tipo de conocimientos depende de nuestro propio interés. La falta de tiempo y de incentivos (económicos o de otro tipo) no favorecen que demos la vuelta a esta situación.

Por ese motivo, se han puesto en marcha iniciativas para cambiar esta realidad y reducir la llamada «brecha digital». Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud ha impulsado la Estrategia mundial sobre salud digital 2020-2025, cuyo programa contempla la formación de los profesionales sanitarios en competencias digitales.

¿Por qué debes formarte en competencias digitales?

La salud digital es una realidad y viene cargada de ventajas. Implementar las herramientas de salud digital en tu práctica diaria mejorará la atención sanitaria, al hacerla más accesible y eficiente.

Además, debes tener en cuenta que tus pacientes también tienen acceso a internet o a aplicaciones móviles en las que se ofrecen contenidos relacionados con la salud. Por eso, cuando acuden a tu consulta, debes sabes contestar a sus preguntas, educarles y guiarles para que hagan un uso adecuado de estas tecnologías.

¿Qué debemos aprender exactamente?

Está claro que formarse en competencias digitales ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación. Pero ¿cuáles son las competencias que debemos dominar?

  • Visión innovadora. El primer paso para ser competente en herramientas digitales es tener una mente abierta. La tecnología es una ciencia en constante evolución, por lo que debes tener una actitud positiva para aceptar los cambios y adaptarte a ellos.
  • Alfabetización en salud digital. La actitud es necesaria, pero por sí sola es insuficiente. Debes aprender a utilizar todo tipo de herramientas digitales con fines sanitarios: ofimática, aplicaciones móviles, redes sociales, telemedicina… ¡La lista es larga y no deja de crecer! Además, no basta con utilizarlas de cualquier manera, sino que debes hacerlo de manera segura y crítica, de forma que no vulneres la privacidad de tus pacientes y sepas distinguir qué herramientas tienen suficiente calidad.
  • Gestión de la información. Internet es una fuente inagotable de recursos. El problema es que tanta información puede llegar a ser abrumadora. Por eso, debes saber dónde buscar información fiable e identificar qué recursos son útiles y cuáles no. Para ello, saca el máximo partido a buscadores como PubMed o Google Académico y aprende a utilizar las herramientas de búsqueda avanzada y los conectores para filtrar de forma específica la información que necesitas. Utiliza la nube para crear copias de seguridad y acceder a toda tu biblioteca desde cualquier lugar, o bien, herramientas específicas como Mendeley o Zotero que, además de almacenar y clasificar la información, te permiten gestionar las referencias bibliográficas de tus documentos científicos.
  • Comunicación sanitaria. Si te quedas estancado en los viejos canales de comunicación, vas a perderte demasiada información y muchas oportunidades de diálogo con otros profesionales. Por eso, debes conocer los nuevos canales a través de los que se difunden contenidos relacionados con la salud, como webs, foros o redes sociales.
  • Creación de contenido. En relación con la anterior, ¡no te conformes con ser un mero espectador y actúa! Actualmente, las herramientas de producción y publicación de contenidos digitales son accesibles para todo el mundo. Nunca fue tal fácil crear un blog, grabar un pódcast o editar un vídeo. Como profesional, puedes utilizar tus conocimientos para crear y difundir contenidos de valor, combatir la desinformación y aumentar la cultura en salud.
  • Trabajo colaborativo en red. Lejos quedan aquellos días en los que los congresos eran la única opción para conversar con otros profesionales. Aprovecha los nuevos canales de comunicación para crear redes profesionales en las que compartir información con otros médicos. Incluso, puedes ir un paso más allá y cooperar con ellos en tus proyectos de forma no presencial. ¡El aprendizaje está garantizado!
  • Análisis y manejo de datos. Las nuevas tecnologías permiten generar datos a una velocidad asombrosa, pero de poco nos vale si no aprendemos a gestionarlos de forma adecuada. Este aprendizaje abarca numerosos escenarios: utilizar herramientas de ofimática, extraer conocimiento de grandes volúmenes de datos (los tan de moda big data) o conocer el marco legal sobre el tratamiento de datos (seguridad, privacidad y confidencialidad).
  • Aprendizaje permanente. La salud digital es una realidad que no deja de cambiar y de evolucionar, por lo que nos exige aprender sin descanso. Además, esta competencia también implica conocer las nuevas herramientas de formación, como las plataformas de cursos en línea o el aprendizaje mediante gamificación o realidad virtual.
  • Identidad digital. Si dominas las competencias que hemos visto hasta ahora, no tendrás ningún problema en crear tu identidad digital. No decimos que tengas que convertirte en un influencer, pero si utilizas las redes y generas contenido interesante puedes ganar visibilidad y desarrollarte como experto en tu campo, además de conseguir una buena reputación que genere confianza en el trato con tus pacientes.

Es tu turno

Ahora ya sabes por qué es importante formarte en competencias digitales y cuáles son las herramientas que debes dominar. ¡Te toca dar el siguiente paso para convertirte en un experto en salud digital!

Referencias

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La información proporcionada en este sitio web está destinada a profesionales de la salud capacitados para prescribir y suministrar medicamentos, así que requieren conocimiento científico específico y formación para interpretarla correctamente.